viernes, 30 de abril de 2010

cigarrillo

¿que pasa si te hecho de menos? ¿si me muero por cruzar una simple mira contigo?

Entre cohetes y pitidos vuelvo a casa envuelto en la euforia de la gente. me tumbo en la cama y me enciendo un pitillo y una vez más el recuerdo de tu cara, de tu olor... se apodera de mi. No se me ocurre mejor idea que utilizar uno de los clichés más antiguos del mundo del cine y me dispongo a ahogar las penas en alcohol. un ron cola, largo de desencanto y con poco hielo. De un SOLO trago. Sin DOLOR.

De vuelta a la cama me tropiezo con la ropa tirada por el suelo. Maldiciendo me agacho a recogerla y ahí está, te has olvidado tus faldas favoritas, aquellas que a mi tanto me gustaban, que te daban aspecto de colegiala de piernas infinitas.

Y una vez más me pregunto por qué te has ido.

Vuelvo a la cama donde YA NO ME ESPERAS TÚ. Ahora, en tu lugar hay un cenicero lleno de colillas y un cigarrillo a la mitad. Se consume como lo hago yo.

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